lunes, 20 de junio de 2016

otra

Una vez, hace ya un par de años, una psicóloga me dijo que no podía pedir más de quién no puede dar. Siempre esperé que mi mamá, en un arranque hollywoodense, entendiera de golpe, se sensibilizara como por arte de magia, y se conmoviera por la cantidad de dolor que traigo encima. Después de un tiempo, dejé de intentarlo, y dejé de esperar también. Empecé a fingir un poco más, empecé a manejarme entendiendo que esto no iba a llegar. Aun así, siempre quise pensar que la familia es esa cosa hermosa de las películas, y no el azaroso grupo que es en realidad. 

Si pudiera decirle las cosas que pienso y siento a mi mamá de hollywood, lo haría sin dudarlo. Y le diría que los ataques no los hago a propósito, y que no puedo parar la ansiedad una vez que ya empezó. Que me esfuerzo todo lo que puedo, pero se filtra por las grietas y es más fuerte que yo. Le diría que si he bajado 12 kilos en 5 meses no es porque esté mejor, aunque me vea "más bonita", sino que no puedo parar de devolver la comida, y a veces como solo para devolver. Que escojo la comida para hacerlo menos doloroso, y que me cuesta devolver la comida de casa. Le diría que tengo cicatrices y quemaduras en las piernas, que los que pasan por el depto no las ven, y los que saben que existe no preguntan tampoco. Que cuando una costra se cayó, quedó un agujero en mi piel que me ponía la carne de gallina, y tuve que parcharlo para no verlo, hasta que curara por sí mismo. Que muchos días quiero no estar viva y que pienso mucho en el Gonzalo, colgando de un árbol en la Campana. Que no puedo decirle a nadie, por que sé que no está bien, que es egoísta y estúpido. Que a veces no puedo controlar las manos, y los golpes son lo más cercano que tengo a la calma. Que eso hace que al día siguiente, sienta en el cráneo todos los golpes y no me permita olvidarme de lo que pasó el día anterior. Que algunas crisis son de miedo, y otras de desesperación. Que no me acuerdo si alguna vez me sentí libre de este peso. Que quiero a mis amigos más que nada, pero no puedo decirles esto tampoco. Que me da miedo que se vayan cuando se den cuenta de que no soy nada, soy menos que nada, soy basura con forma de persona, soy basura fingiendo ser una persona. Y le diría que, incluso después de hablar horas, de lograr con éxito bajar la rabia que le produce verme así, de reunir las energías suficientes para explicarme, no estoy mejor.  Y le diría que recuerde ese momento en que dejó de estar molesta conmigo, que dejó de culparme, que dejó de responderme con gritos e ironías, para que la próxima vez que me caiga en este lento lento angosto y tortuoso camino, no tenga que pensar con pena en el peso que significa velar por su tranquilidad, más que por mi bienestar. 


6 comentarios:

  1. No eres basura, puede que en estos momento no lo puedas ver pero sigue adelante y verás que vale la pena

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  2. Porque no se lo dices en persona mejor?xd ^

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    1. no sé si ese ^ es para el comentario de arriba u otra cosa

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