viernes, 4 de mayo de 2018
lunes, 30 de abril de 2018
There's an empty space inside my heart where the weeds take root - and now I'll set you free
dejé esta ventana abierta ayer, para escribir algo que me salvase del vaivén del día. tenía demasiado sueño, las palabras correctas me eran esquivas. no tengo mejores hoy. solo recibí una visita en un sueño, y como todas las mañanas en que eso ocurre, me siento un poquito más perdida que el día anterior. en el sueño, a penas hubo palabras que decir. ya las he dicho todas. antes, cuando estaba en el colegio y estaba tocando mi primer fondo, teniendo un heartbreak como pocas veces hasta ese momento, soñé todos los días con la chica que me había roto el corazón, por al rededor de un mes. y cada noche, fingía (o no sabía) en mi sueño que nada malo había pasado, tomaba su mano, sentía su calor, y al despertar lloraba un rato antes de levantarme. algunos días sólo quería ir a dormir, a ver si me la encontraba paseando por ahí.
hoy, verlo fue como una patada en la boca del estómago. en otros momentos de mi vida, cuando me lo topaba en sueños, siempre había algo del anhelo de sentirlo cerca que me lleva a actuar sobre él. anoche, no había nada en él más que una mala foto, ni había sentido alguno en sus palabras. no había eco de nuestras conversaciones, ni cumplimiento del deseo. le grité, lagrimeando, que no había nada que quisiese decirle, y cuando desperté tenía mis propias palabras grabadas en los tímpanos.
no es cierto. sí hay cosas que hubiese querido decir. hay muchas cosas todavía atoradas, cosas que no entiendo, cosas que se cuelan en mi día a día, a veces sólo por una milésima de instante. hay días en que no duele nada. y hay días como hoy, en que siento humillada de que la verguenza que me produce todavía verlo en los rincones se haya infiltrado hasta mi sueño, y haya sido capaz de mentirle a su persona-del-sueño y decirle que no, no tengo nada más que decirle, y no quiero escuchar más de él.
[...]
por mucho tiempo, alimenté mis fantasías de sufrimiento ajeno. estuve pendiente de gente que no importa, toda una voyeur, esperando paciente y sabiendo que el precio de no reconocer tus errores es que te acompañan hasta que lo hagas.
creo que de alguna forma, a pesar de saberme una persona increíblemente paciente, creí que iba a poder ver cómo eran atrapados, uno por uno, por esos errores. creí que podría contemplar su dolor y saberme satisfecha. recuerdo a alguien que amo mucho diciéndome "eres una buena persona", y yo pensando que me importa demasiado el karma instantáneo y esas cosas como para sentirme una buena persona. pero nada eso importa ahora. creo que, al igual que pocas veces en la vida, he llegado a un límite de mi paciencia, y de a poco esos dolores que me importaban ya dan lo mismo.
y quién leyese esto (que generalmente soy yo misma, sólo que en el futuro), podría pensar "y a qué va todo esto, con eso del sueño?". no va nada a mucho. solo me dejó pensando en el vaivén en el que no paro de moverme desde hace ya un par de años, en el extrañar y en el resentir. y en el más importante de todos, el arrepentir. yo ya reconocí hace varios años mis errores, y lentamente los empecé a enmendar. hay errores que no se enmiendan nunca, supongo, porque son constitutivos del ahora. y en el vaiven entre el extrañar, el resentir y el arrepentir, no a todos a quienes pasaron sino a una persona en particular, es que encuentro mi contradicción. es una persona de la cuál no podría ser voyeur de su dolor. es la persona que me hace darme cuenta, que aunque quiera gritarle (hasta en sueños) que no quiero verle, no es cierto. y que aunque quisiera verlo a veces acorralado por sus errores, el arrepentir es más fuerte, y quisiera verlo feliz, libre, a la luz del sol, sonriente, compartido. y creo que ese "querer" es más fuerte que el resto de las vueltas del vaivén, y es lo que me hace cuestionar esas agrias costumbres mías, que a veces me han mantenido tanto tiempo arrastrando dolores (que no son ajenos, que son míos, propios.)
quién podría decirlo? incluso sin existir, me cambia todavía, y aunque supongo que puede ser en parte locura, es en parte amor también.
hoy, verlo fue como una patada en la boca del estómago. en otros momentos de mi vida, cuando me lo topaba en sueños, siempre había algo del anhelo de sentirlo cerca que me lleva a actuar sobre él. anoche, no había nada en él más que una mala foto, ni había sentido alguno en sus palabras. no había eco de nuestras conversaciones, ni cumplimiento del deseo. le grité, lagrimeando, que no había nada que quisiese decirle, y cuando desperté tenía mis propias palabras grabadas en los tímpanos.
no es cierto. sí hay cosas que hubiese querido decir. hay muchas cosas todavía atoradas, cosas que no entiendo, cosas que se cuelan en mi día a día, a veces sólo por una milésima de instante. hay días en que no duele nada. y hay días como hoy, en que siento humillada de que la verguenza que me produce todavía verlo en los rincones se haya infiltrado hasta mi sueño, y haya sido capaz de mentirle a su persona-del-sueño y decirle que no, no tengo nada más que decirle, y no quiero escuchar más de él.
[...]
por mucho tiempo, alimenté mis fantasías de sufrimiento ajeno. estuve pendiente de gente que no importa, toda una voyeur, esperando paciente y sabiendo que el precio de no reconocer tus errores es que te acompañan hasta que lo hagas.
creo que de alguna forma, a pesar de saberme una persona increíblemente paciente, creí que iba a poder ver cómo eran atrapados, uno por uno, por esos errores. creí que podría contemplar su dolor y saberme satisfecha. recuerdo a alguien que amo mucho diciéndome "eres una buena persona", y yo pensando que me importa demasiado el karma instantáneo y esas cosas como para sentirme una buena persona. pero nada eso importa ahora. creo que, al igual que pocas veces en la vida, he llegado a un límite de mi paciencia, y de a poco esos dolores que me importaban ya dan lo mismo.
y quién leyese esto (que generalmente soy yo misma, sólo que en el futuro), podría pensar "y a qué va todo esto, con eso del sueño?". no va nada a mucho. solo me dejó pensando en el vaivén en el que no paro de moverme desde hace ya un par de años, en el extrañar y en el resentir. y en el más importante de todos, el arrepentir. yo ya reconocí hace varios años mis errores, y lentamente los empecé a enmendar. hay errores que no se enmiendan nunca, supongo, porque son constitutivos del ahora. y en el vaiven entre el extrañar, el resentir y el arrepentir, no a todos a quienes pasaron sino a una persona en particular, es que encuentro mi contradicción. es una persona de la cuál no podría ser voyeur de su dolor. es la persona que me hace darme cuenta, que aunque quiera gritarle (hasta en sueños) que no quiero verle, no es cierto. y que aunque quisiera verlo a veces acorralado por sus errores, el arrepentir es más fuerte, y quisiera verlo feliz, libre, a la luz del sol, sonriente, compartido. y creo que ese "querer" es más fuerte que el resto de las vueltas del vaivén, y es lo que me hace cuestionar esas agrias costumbres mías, que a veces me han mantenido tanto tiempo arrastrando dolores (que no son ajenos, que son míos, propios.)
quién podría decirlo? incluso sin existir, me cambia todavía, y aunque supongo que puede ser en parte locura, es en parte amor también.
martes, 17 de abril de 2018
jueves, 29 de marzo de 2018
plush
después de noches como la de ayer me termino preguntando si puedo amar de verdad si me siento tan rota a veces. y la respuesta está, supongo, en que este año no pasó en vano, y amé mucho, y amo más ahora. amo de una forma distinta, y si bien no puedo decir que es otra persona la que ama, soy yo y soy ambas en distintos momentos. y aunque duela a veces, amo con todas las fuerzas que tengo.
miércoles, 28 de marzo de 2018
pretend
creo que casi va a ser un año, desde la última vez que te vi en carne propia. ha sido un año en el que he tratado de tomar orgullo en mi decisión, en la tozudez con la me convencí de que no me importaba nada ya. recuerdo que, cuando me preguntaste si iba a dejar de estar enojada alguna vez, respondí: "cuando deje de estar enojada, es porque ya va a haber dejado de importarme". supongo que lo imaginarás, pero todavía estoy enojada. y hay días en que lo estoy más, y hay días en que solo te recuerdo como una sombra, una mirada, una mentira. hay veces que siento que estoy a solo pasos de mi paz, de dejar ir el recuerdo como si lo hubiese inventado, y hay veces en que creo que voy a enloquecer, que no puedo tragar lo que pasó y que me siento como un juguete abandonado. las veces que no logro comprender que el espacio que ocupan las personas en tu vida y que me negaste al punto de la ridiculez, las veces que siento que me usaste con pretextos añejos, las veces que la incongruencia fue demasiada y los argumentos demasiado débiles frente a las acciones. las veces que quise verte arder, fueron las mismas veces que entendí que prenderte fuego era matar algo que todavía no creo poder dejar ir. de esas veces, hubo unas cuantas que me planteé como un salto al agua: a veces hay que dejar de escuchar a la voz que tiene miedo y escuchar a la que necesita talar para poder volver a plantar. escuchar la que dice que lidiaré con las consecuencias más tarde. recuerdo también cuando llegaste asustado a hablarme, temiendo que quisiese arruinarte como muchas veces lo pensé. si leyeses esto, temerías de nuevo? si supieras las veces que he estado a centímetros de romperlo todo...
un año después, estoy tan cansada. cómo se parcha un corazón sin respuestas, sin ayuda, en absoluto silencio? caminando tanto tiempo con la astilla en mi piel, evitando que mi cuerpo la integre, pero siendo incapaz de removerla. qué tengo que hacer para avanzar, en cualquier sentido, que me aleje de esta sombra? cuantas veces he de romper lo que se esfuerza por mantenerse intacto?
un año después, estoy tan cansada. cómo se parcha un corazón sin respuestas, sin ayuda, en absoluto silencio? caminando tanto tiempo con la astilla en mi piel, evitando que mi cuerpo la integre, pero siendo incapaz de removerla. qué tengo que hacer para avanzar, en cualquier sentido, que me aleje de esta sombra? cuantas veces he de romper lo que se esfuerza por mantenerse intacto?
sábado, 17 de marzo de 2018
oveja negra
"My agitated mind
Is such a mess
It couldn't get worse
A fire sparks at my feet
It spreads like the wind blows
Engulfing the city in a roar of smoke
Someday, surely
I'll be able to get along with everyone
The boy who had such a dream
Was that me?
There's not a single person
Who'll honestly call out to me
As I listened to the sirens
At long last I understood
Faces and shapes and hearts, everything
Is simply distorted
Even if I knew any kind words
I can't remember them
After I left
Peace returned to the town
It was wonderful
To dream for so long
But I won't return"
Is such a mess
It couldn't get worse
A fire sparks at my feet
It spreads like the wind blows
Engulfing the city in a roar of smoke
Someday, surely
I'll be able to get along with everyone
The boy who had such a dream
Was that me?
There's not a single person
Who'll honestly call out to me
As I listened to the sirens
At long last I understood
Faces and shapes and hearts, everything
Is simply distorted
Even if I knew any kind words
I can't remember them
After I left
Peace returned to the town
It was wonderful
To dream for so long
But I won't return"
viernes, 9 de marzo de 2018
jueves, 8 de marzo de 2018
algunos días son dificiles incluso sin nada en ellos: especialmente porque no hay nada en ellos
a las ocho y veinte, el dolor de guata me volvió a despertar. las almohadas nuevas son muy grandes para mi y el dolor muscular, una mezcla de agotamiento, menstruación y hambre me mantuvieron despierta. a las 9 me fui a duchar, solo para no gastar confort en la sangre que tenía entre las piernas. pensé en qué ponerme para ir al taller, y mientras lo hacía, revisé el horario. no era a las 11, era a las 15. las horas empiezan a correr de a poco. lento al principio, luego cada vez más rápido. pasado el medio día, me confirman que no habían más cupos en el taller. siento en el fondo del estómago la pesadez que implica: casi 6 horas hasta la próxima salida. puedo salir antes por comida. puedo salir antes a pasear. pero el peso me mantiene en el suelo, y la angustia empieza a subir. las horas siguen pasando. me corto el pelo. me baño una segunda vez durante el día. me pongo los bonitos aros de flores doradas, pensando en ir a la marcha con ellos. me pregunto si no vienen al caso. la música que llevo un rato escuchando me molesta. no hay nada que pueda poner a cambio. el día se despeja. la marcha se ve cada vez más lejana, más ajetreada, más llena. más larga. más incaminable. cada vez tengo más hambre, y ya no puedo distinguir entre el dolor de una cosa y la otra. lo que era angustia ahora es cercano al pánico. me tiemblan las manos y quisiera romper cosas. quisiera sacarme los brazos. ya no quiero seguir mirando esta pantalla, pero tengo miedo de mirar a los lados. tengo miedo del ruido de la calle. quiero esconderme de todos pero si me quedo en este lugar, me voy a morir. tengo que salir de aquí y no logro pensar donde.
al final, no hay respuesta. ya no quiero arrastrar a nadie. con lo que tengo de fuerza, voy a arrastrarme los propios pies, al lugar que sea.
al final, no hay respuesta. ya no quiero arrastrar a nadie. con lo que tengo de fuerza, voy a arrastrarme los propios pies, al lugar que sea.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)