me dijo que tenía que aprovechar el momento, que era el momento justo de botar todo
más allá del dolor que implicaba
pensé en la herida abierta, en los días en que ya no podía llorar
ni una lágrima más
incluso en esos que pensé que no necesitaba llorar más
pensé en las cicatrices, en el dolor por las mañanas y las impredecibles fluctuaciones en mi cuerpo
mis articulaciones adheriendose entre ellas con toda mi fuerza mental
en terapia y en fármacos
en mi alma, colgada al cuello
en el dolor que guardé por llevarla tan de frente
en las medias verdades, en las excusas, en los argumentos de cliché
en todos los momentos que me sentí feliz de construir algo
un vil castillo de arena
de haberme gastado intentando e intentando
de haber puesto mi corazón en amar con un amor que no se da por vencido y que no abandona a la primera
de haber creído que mis monstruos no iban a agarrarme de los tobillos
de que no volvía a ser muleta de nadie, o el pasatiempo de nadie,
de que quien te ama valora tu presencia y que eso vale más que cualquier palabra que se pueda dar
de darme cuenta cuándo dejaste de amarme y que fueras incapaz
de decírmelo
como si no lo mereciera
de pensar en que jamás me esforcé tanto para forjar, mantener y cuidar un vínculo
en ser todo lo real que pude ser
y lo único que conseguí el quiebre más esquivo, cobarde y plástico
que he tenido la desgracia de vivir
de todos los arrepentimientos
todas las veces que me dejé ignorar y disminuir
de lo pequeña que terminé después de tanta basura
de tu vouyerismo y las ganas que tenías de observar a la distancia cómo me podría por dentro
de la puerta que cerraste mientras me mirabas por la ventana
de todas las veces que regulé mi ira por no dañar a nadie a mi alrededor
de desconfiar de la ira, que me decía desde dentro
que esto no estaba bien
que no puedes ser tan incoherente y luego culparme a mi por no entender las cosas
que no puedes decir querer a alguien en el mismo respiro que dices que no te nace tenerle en tu vida, ni apoyarle, ni preocuparte
que di lo mejor de mi en tus momentos dificiles y me abandonaste en el peor
que te negabas a hacer cosas conmigo que después no pudiste correr más rápido a hacer con otras personas
que me dejaste fuera de nuestro propio término cuando la única cosa que no tenía solución, de todas las cosas que me dijiste, era la forma en que te sentías respecto a mi.
y tanto infinito de cosas
que se repiten a diario en mi mente
me acuerdo cuando dijiste que habían muchas cosas que no dijiste cuando esto te pasó a ti
yo quisiera tenerte en frente y poder gritartelas
y que fueran rocas en tu cuerpo
en tu mente
pero no estás
así que grité
y grité, y grité
y lloré hasta que no podía respirar
y lloré hasta que mis ojos se hincharon y me dolió la cabeza
lloré y traté de botar todo
como me dijeron
haciendo caso omiso a la voz que me decía que con cada lágrima
me estaba quebrando de nuevo, todos los huesos de la mente
ahora se viene lo peor
ahora, con el alma en el cuello
voy a poner un pie adentro
y espero morir un poco
espero que todo esto muera conmigo, un poco, también
Karma
ResponderEliminarPaula no te da verguenza venir a leer acá tooodos los días? tienen contador estas cosas u know
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