lunes, 7 de octubre de 2013

Al final, todo se reducía a eso.

A penas si podía ver con el ardor. El ojo izquierdo le había estado dando problemas desde hace ya meses, y la vaga explicación del oftalmólogo sobre la posible alergia solo era aceptable si el mito del cáncer por mirar muy de cerca la pantalla terminaba por ser cierto. Nada en su cuerpo estaba funcionando exactamente bien, pero llevaba tanto tiempo así, que el dolor intestinal ya a penas si se sentía a tempranas horas de la mañana.
Una de las pocas cosas de las que se enorgullecía era cuando podía darse cuenta de los errores de continuidad en las peliculas; esos pequeños cambios entre cámara y cámara, esa manga que pasa de estar arriba a estar abajo, ese brazo en la cintura y luego junto a la pierna, de ventana cerrada a abierta, y ahora, Arma Mortal le acababa de dar la satisfacción de ver un par de esposas ponerse, y luego desaparecer sin previo aviso al próximo encuadre. De todas maneras, solo le gustaba darse cuenta por que se creía muy poco observadora, y estos pequeños y fallidos guiños eran como placebos para su confianza. No daban nada bueno en la tele, de todas maneras, y había algo curioso en el sonido de las trompetas añejas que acompañan a Gibson y a Glover en sus patrulleos por la ciudad.

No era necesario armar un escenario. Bastaba con prender el reproductor, justo en el punto en donde se cumplen casi tres años. El cabello, largo, lacio, le pesó en los hombros como si fuese de plomo. El temblor de los dedos, la duda al momento de escribir. Todo se reducía a eso. El mundo había cambiado sus luces, sus colores, no puede verse de la misma manera. Todo se reduce a eso.

lunes, 30 de septiembre de 2013

Don't write for him

Write for yourself.





Tengo varias proyectos, pequeños, manualidades en su mayoría. Imprimir libros, leer mis antiguos textos, leer libros de verdad también. Ordenar mi vida. Pintar, creerme un ser creativo y capaz. Aprender a hacer música, para la persona que amo, a lo Wonderboys. Dejar de comerme las uñas y tronar los dedos (ambas sin progreso hasta ahora). Hacer todas esas cosas que siempre dije "cuando tenga tiempo, las haré". Ahora tengo el tiempo. Sigo llena de peros, lamentablemente. Cada paso es más pequeño que el anterior. Cada uno es más insignificante, más superficial. Anotar las cosas en mi agendita no es suficiente para organizar mi vida.

sábado, 14 de septiembre de 2013

Última

Tengo que dejar el hogar que construí para mi misma, una vez más
A veces creo que le tengo demasiado cariño a las cosas materiales.
Pero es mi última noche acá y más que pensar en lo triste de dejar estos amplios ventanales, el piso flotante, o los espejos en los baños,

pienso en las mañanas tristes, en el ruido de los aspersores en la mañana
en los estudios apresurados de madrugada, los accidentes y derrapes de los autos
cuando se deslizan ebrios por la calle
en mi fortaleza imaginaria, construida por los canales repetitivos del cable y kilos de comida
todo atorado en horario de clase
En el ruido de la lluvia golpeando la ventana en tarde de temporal
en el olor a comida, y en las ventanas que se golpean con el viento
en los dibujos de mi ventana, y los estudios en paredes transparentes
en las personas que pasaron
en mi, sola, tratando de encontrar la tranquilidad entre el televisor y el computador
en días claros, y cortinas largas amarillas con visillos quemados

pero por sobre todo pienso en
cada noche
que pasamos

cada pelea, cada abrazo, cada momento de mañana
cada luz que entró por la ventana
como una serie infinita de fotografías
cada llanto
cada vez que me miraste, me tocaste
cada sonrisa, o cada desprecio
cada pequeño guiño que ocurrió entre estas paredes
cada pequeño brote de inseguridad, que acallaba con el Árbol que acapara gran parte de la ventana,
fingiendo que era un gomero
en la vida que vivía,


si antes me sentía perdida
no sé qué va a ser de mi ahora

lunes, 2 de septiembre de 2013

A ojos cerrados

Dando tumbos, tropiezos, golpes
Tirando manotazos 
Pensé que había aprendido a caminar

Abrir los ojos hubiera sido mucho más simple. 

viernes, 16 de agosto de 2013

Irracionales

No tengo el valor para soltar las manos del dolor que me aqueja.

No sé cómo estar en este cuerpo

No sé cómo estar con personas

No recuerdo las cosas como debería

No sé cuando fue la última vez




Mis pies cuelgan por el borde, y ya me di cuenta de que entre el borde y el resto del mundo asqueroso no hay ninguna diferencia. La verdad, es que no estoy cerca de saltar.


miércoles, 7 de agosto de 2013

Quiero correr.

Pero tengo los tobillos rotos, los de la cabeza, que son los más importantes. Incluso escribir me duele, y es que me comí las uñas hasta que la parte que nunca siente el aire se llenaba de agujeros y estos mismos de sangre; y como todos sabemos, no se puede escribir con los dedos anulares, a penas si puedo escribir un par de entradas al mes con todo el resto de mis dedos en buen estado.


viernes, 26 de julio de 2013

Identifica

Las ideas irracionales.

Hace día que tengo el mismo despertar; 6 o 7 de la tarde, la mandibula adolorida, los sabores del almuerzo arrastrandose por la garganta, las manos y las nariz heladas pero los pies hiriviendo. Desorientada, y cansada por sobre todo.

miércoles, 24 de julio de 2013

Me he vuelto una persona sin palabras.

He descubierto, con el tiempo, lo vacía que soy como persona, cual cáscara de naranja sin su respectiva naranja adentro. Quizás tuve que caer muy bajo para darme cuenta de eso. Sin embargo, creo que cerrar este blog, para abrir uno en el cual escribiera como si fuese otra, una persona contenta, rellena, satisfecha con su propio ser, fue una de las peores ideas que he podido tener. Quizás un día me anime a retomarlo. No lo cerraré, hay ideas que aún me entusiasman, y ese parece ser un proyecto que todavía no me decido completamente a abandonar. El volver a ser yo, sea como sea, es un proyecto que necesito retomar. Así que, aquí estoy, en el cuadradito más olvidado de la internet, esperando toparme conmigo en alguna de estas letras.
Solía ser de esa manera. 

jueves, 31 de enero de 2013

Cell

Que soledad la de este blog.

Leí un libro hace poco, en donde el mundo se ponía de cabeza por un impulso que viajaba por los celulares y que convertía a las personas en zombies violentos y hambrientos de... nada en realidad, solo los ponía violentos, ausentes y pútridos. No sé por qué, ni qué tiene que ver, pero me es como difícil el pensar en vivir de forma menos conectada de la que vivo ahora. Usando menos el celular, estando más desconectada de internet, qué se yo.  ¿Cómo ocuparía el tiempo? Siempre pienso que en todos mis casos hipotéticos, escribo mi novela -inmortal, como decían en las mismas novelas inmortales-. Pero lo cierto es que no tengo nada que escribir, he vivido tan re poco y no sé escribir lo que no conozco. Estoy en un oasis eterno de días plácidos, planeando, tal vez, aventuras por lugares lejanos, solo los dos y solo con los ánimos, sin mucho dinero ni cosas. Aun así, pienso, algún día voy a mirar todos estos días plácidos que pasé de la mano, descansando, conversando, planeando y sonriendo; y supongo que me va a importar un bledo no haber escrito mi novela.

viernes, 18 de enero de 2013

Volátil

Mientras viajaba, tenía ideas y pensamientos que me rogaban que los dejara anclados en algún lugar seguro. Lamentablemente, por falta de constancia mi pequeño diario de viaje murió pronto, y todos los pequeños pensamientos se quedaron allá, perdidos bien lejos. Una vez más, llegar a casa es como despertar en la mañana y olvidar un largo sueño; sigo tan en blanco como el día en que salí de acá.