Ella le tomo la mano. caminaron juntos, con el sol sobre sus cabezas y el sentimiento de que el tiempo vuela, el presente se desvanece y de que la vida es una. El la guio por la calles de la cuidad, la acompañó y la sostuvo siempre fuerte. A ella le gustaba mirarlo, mirar su rostro, sostener su cara contra su espalda. Le gustaba la tibieza que emanaba de él, le gustaba su espalda. Subieron a ascensores, por escaleras, por el metro, como viviendo un dia de su vida juntos que no existia. Las horas pasaron, ella contesto el telefono, y enojada anuncia que se va. El la abraza, la besa, la tranquiliza. Ella intenta sonreir, vuelven a tomarse de las manos, caminan hacia la estacion. El se despide, un beso para aprovechar, 'Quien sabe cuando nos veremos de nuevo?', ella solo intenta no llorar, el lo nota, acaricia su cabeza, le da un beso más y se despide. Da la vuelta, camina hacia la salida, ella solo mantiene su mirada fija, ruega porque se de vuelta, el sale de la estación con la mirada al frente, ella se desmorona y llora apoyada en la pared. Llora, y las lagrimas siguen incluso en el metro, en el camino a casa, en su habitacion. Ella no puede dejar de sentirse patetica... No ha dejado de sentirse así desde entonces... Aunque ya no piense en él, aunque este profundamente enamorada, no puede dejar de ser patetica.
Asi que ella sigue llorando, dia tras dia, talvez sin lagrimas corriendo por sus mejillas, pero con el corazon apretado y con la mirada en el cielo.
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